El precio invisible de la imprudencia digital
¿No resulta paradójico el tiempo que vivimos? Nunca hubo tantas formas de expresarse, ni tantos motivos para callar. Las redes sociales han convertido el yo en espectáculo y la opinión en mercancía. Pero esa aparente libertad está cargada de trampas invisibles, especialmente para los más jóvenes, cuya imprudencia digital puede hipotecar su futuro sin que siquiera lo perciban. ¿Cuándo perdimos la noción de que nuestras palabras tienen peso? El nuevo paradigma de la irresponsabilidad Observemos cómo ha cambiado la cultura política dominante en los últimos años. Ya no se premia la coherencia, la discreción o el sentido de la responsabilidad, sino la provocación, el exabrupto y la polarización. Políticos de todo signo compiten por ver quién dice la burrada más viral, quién insulta con más gracia, quién miente con más descaro. El ejemplo que ofrecen es devastador: todo vale, todo se justifica, todo se olvida. Pero ¿es realmente así? ¿Podemos permitirnos creer que nada tiene consecuenci...