El precio de la libertad

La libertad suele celebrarse como un valor supremo, pero pocas veces se reconoce el precio que implica sostenerla. No se trata solo de los sacrificios heroicos en guerras y revoluciones, sino del esfuerzo cotidiano que exige a cada ciudadano y a cada sociedad. La libertad es un terreno en disputa: frágil, incómodo, exigente. Y, sin embargo, es en esa incomodidad donde se juega la dignidad de la vida humana. En la Europa del siglo XXI, la tensión entre libertad y orden vuelve a ser visible. Regímenes como el de Vladimir Putin en Rusia, el de Recep Tayyip Erdoğan en Turquía o el modelo “iliberal” de Viktor Orbán en Hungría encuentran su legitimidad en la promesa de orden, eficacia y estabilidad. No ofrecen participación real ni deliberación abierta, pero sí seguridad frente a amenazas internas o externas, reales o imaginadas. Como observó Hannah Arendt, la atracción del autoritarismo reside en la ilusión de eliminar la incertidumbre. En sociedades cansadas de crisis, esa promesa cala con...