Eutropía: una “termodinámica” de la libertad

¿Y si pudiéramos entender las sociedades humanas como sistemas energéticos? No es solo una metáfora: los seres humanos generamos, intercambiamos y consumimos energía —biológica, cognitiva, emocional, simbólica— en cada gesto social. Las ideas circulan como calor, las tensiones como presiones internas, las estructuras de poder como mecanismos de contención o transmisión. En este marco, podríamos preguntarnos: ¿Cuál es el modelo social más eficiente desde el punto de vista “termodinámico"? Democracia y energía social A primera vista, podríamos pensar que las democracias liberales son sistemas de baja energía: necesitan menos represión, menos vigilancia, menos aparato coercitivo para sostenerse. A diferencia de los regímenes autoritarios, no monopolizan la energía social, sino que la distribuyen. Pero esta imagen es engañosa: las democracias exigen altos niveles de energía deliberativa, compromiso ciudadano y mediación constante. Son sistemas exigentes. Entonces, ¿cómo salir del dile...